viernes, 31 de agosto de 2018

UNA MIRADA AL MÁS ALLÁ

            Todo lugar tiene una historia única detrás de los ladrillos y el pavimento en el que está construido. El colegio la palestina tiene un pasado con personas que lucharon por conseguir los terrenos en el que ahora se encuentra, día y noche pelearon por este lugar que en nuestra opinión es mágico en el que no solo se ofrece una formación académica a las diferentes generaciones que pasaron por ella y las presentes; desde nuestro punto de vista cuenta con un ambiente agradable, dejando atrás los muros y salones fríos encontramos: los rayos del sol en la mañana, el eco de los niños al correr en los pasillos y los secretos que estos mismos esconden. Así es esta institución en sus dos sedes.

La disciplina, la cotidianidad, el tiempo, las responsabilidades, la presión, las canchas vacías, los salones obscuros y opacos, el cielo nublado en la mañana, y las zonas verdes desoladas; eso no es mi colegio. Mi colegio es: niños con sueños, metas y aspiraciones que día a día luchan por conseguir cumplirlos, amistades e incluso hermandades forjadas por el lazo del tiempo, inocencia reflejada en unos cuantos juegos, las carcajadas a montones que no se interrumpen por la cotidianidad, porque aquí se vive felicidad, amor, tristezas, compañerismo, igualdad y seguridad. 

Que sería del colegio sin nuestras zonas verdes que alegran el paisaje, sus salones que guardan los pasos y experiencias de los estudiantes por generaciones puesto que es más que solo edificaciones. Nuestras canchas deportivas fueron testigos del esfuerzo y la competitividad de los estudiantes a mismo tiempo que el aprendizaje que es saber y ganar; encuentros espontáneos de conversaciones profundas y trascendentales sin un lugar especifico y las hojas hermosas de los arboles que sirven de refugio para nosotros los lectores que nos perdemos en cada historia.

Los que conformamos este lugar tenemos miles de historias ocultas y aun así llegamos con la mejor energía, en nuestros rostros se puede ver una sonrisa única, que expresa lo conformes que estamos dentro de estas paredes. Con la mayor energía están ahí todos los días los celadores, los aseadores y las personas que nos atienden en la cafetería. Ellos son uno de los factores más importantes para que la institución pueda ofrecer todo de ella a la comunidad.

Este lugar alberga miles de historias y generaciones con el pasar de los años, y ha ido creciendo junto  con las personas que alguna vez formaron parte de él y dejaron algo valioso, los recuerdos, pero nada de esto hubiera sido posible sin el motor y la base que son los profesores, el rector y los coordinadores los cuales nos ayudan a crecer cognitivamente, son los que guían nuestros futuros pasos y nos inculcan valores los cuales nos servirán para una vida próspera porque un profesor es padre, psicólogo, amigo, confidente y mentor a la vez. 

El colegio es una historia compleja y larga que todos deberían conocer, mirar más allá de lo que está superficialmente y entrar en el corazón de este lugar, empezar a recordar las vivencias de hace muchos años y valorar más cada historia que se encuentra dentro de ella, amar desde el fondo de nosotros cada parte de nuestro segundo hogar y las personas que allí nos encontramos. La Palestina es un libro que nunca llegará a su fin y que todos seguimos escribiendo con el pasar de los años. 



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